sábado, 4 de enero de 2014

LOS GRANDES

LOS GRANDES



Los primeros autores que se pueden considerar propiamente creadores de cuentos son el alemán Hoffman (1776-1822), pionero en todos los sentidos, ya que anticipó lo que serían posteriormente los temas y formas narrativas a seguir, incluyendo como no la ciencia-ficción. Destacaremos títulos como El magnetizador, El hombre de arena o Los autómatas.

Otro prestigioso autor contemporaneo de Hoffman, llegando a ser un ferviente seguidor de este fue el francés Charles Nodier (1780-1844). De Charles Nodier diremos que fue una persona de gran renombre debido a sus facetas como filósofo y científico, llegando incluso a introducirse en el mundo de la política, sin dejar su profesión de bibliotecario.
Sus obras reflejan un mundo lleno de brujas, vampiros y espectros, sirviéndose de la tradición popular y también de su propia imaginación.
Destacaremos obras como El vampiro Arnold-Paul, El espectro de Olivier y El tesoro del Diablo.

En España destacaremos a Gustavo Adolfo Bécquer (1836-1870) con sus leyendas en los que aparecen cuentos de miedo como El monte de las Animas.

El norteamericano Edgar Allan Poe (1809-1849) y el irlandés Joseph Sheridan Le Fanu (1818-1873) fueron los precursores de este género literario.
Joseph Sheridan Le Fanu es el creador del relato de fantasmas moderno en el Reino Unido destacando con obras como El fantasma de la señora Crowl, El vigilante y Dickon el Diablo. Lo que realmente destaca del cuento de terror tanto en las obras de Edgar Allan Poe como de Joseph Sheridan Le Fanu, es el terror psicológico que impregnan sus obras, la atmósfera que se genera en sus historias, antes que el efecto emocional del susto.
Gracias a Edgar Allan Poe, el cuento de terror alcanza su máximo esplendor. En sus cuentos no hay nada que haga alusión a temas sociales, morales y religiosos.
En sus relatos fantasmagóricos destacan una portentosa imaginación e inteligencia para crear atmósferas de pesadilla malvada, enlazar escenas con una habilidad infernal.
Todo ello no sería posible sin un instinto narrativo innato en él. El como nadie supo hilvanar narrativa poética, artes plásticas, poesía, incluyendo como no los alucinógenos para crear obras maestras de un mundo fantasmagórico.
Destacaremos títulos como El gato negro, La caída de la casa Usher y El corazón delator.

Un contemporaneo y compatriota de Edgar A. Poe que llegó a ser admirado por este fue Nathaniel Hawthorne (1804-1864). Fue uno de los pocos autores que más se acercó a Poe en su fuerza y narración literaria. Sus límites estaban marcadas por una formación puritana, donde cualquiera que se acercase a estos temas corría el riesgo de ser relacionado con entidades malignas o con el mismísimo Diablo, todo ello acentuado en una época donde los procesos por brujería estaban a la orden del día.
Destacan títulos como Wakefield, El velo negro del predicador y El experimento del Dr. Heidegger.

En Europa es el francés Guy de Maupassant (1850-1893), quién destaca con cuentos como El horla, ¿Quién sabe? y La cabellera. Sus obras están impregnadas con relatos sobre el pánico, la soledad y la locura.

Es otro norteamericano, el periodista Ambrose Bierce, quien recupera el atractivo y la fuerza de su compatriota Edgar A. Poe, de la literatura de terror. El terror narrativo de sus fantasías está ambientado en la Guerra de Secesión americana.
Destacan obras como La cosa maldita, La muerte de Halpin Frayser, Un habitante de Carcosa y La ventana tapiada.

A partir de 1850, surge un grupo de creadores novelistas del terror, como Charles Dichens con su obra La casa encantada, Robert Louis Stevenson con su obra Markheim,
H.G.Wells con su obra El difunto Mr. Elvesham, henry James con su obra los amigos de los amigos y Bram Stoker con su obra El entierro de las ratas.

A principios del S. XX el cuento de fantasmas alcanza niveles de perfección y calidad gracias a escritores anglosajones como:

Saki – El narrador de Fábulas.
Margaret Oliphant – La puerta abierta.
Vernon Lee – Una voz perversa.
E.F. Benson – El cuarto de la torre.
Richard Middleton – En el camino de Brighton
L.P. Hartley – Tres o cuatro a cenar.
H. Russell Wakefield – El triunfo de la muerte.
Edith Wharton – La campanilla de la doncella.
M.P. Shiel – La mansión de las ruinas.
Hugh Walpole – El fantasmita.

La obra del galés Arthur Machen está inspirada en leyendas antiguas romanas y celtas de su tierra. Destacan obras como La pirámide ardiente, El pueblo blanco y Los tres impostores.

El terror fantasmal de Algernon Blackwood es destacado en esta época con sus espectaculares paisajes naturales decorado todo ello con connotaciones paganas.
Destacan obras como La casa vacía y Culto secreto.

Otro de los maestros del terror psicológico fue Walter de la Mare, sus obras tratan sobre los sueños, la angustia y la desesperación. Destacan obras como La tía de Seaton, Todos los santos y La trompeta.

El segundo autor considerado como el máximo exponente del cuento de terror fue el norteamericano H.P. Lovecraft (1890-1937). Lovecraft mezcla en sus cuentos de terror, el espanto con la ciencia-ficción, una mezcla de horror cósmico, proponiendo con ello una unión de escalofriantes dioses mitológicos y monstruosidades arquetípicas, sin olvidar el enigmático mundo de los sueños, la historia y el paisaje de Nueva Inglaterra.
Fue tal el impacto de la literatura de terror de Lovecraft que no fue difícil que se generase alrededor de él un círculo de seguidores conocidos como el Círculo De Lovecraft.
Destacaremos autores como:

Robert Bloch – El vampiro estelar.
Fritz Leiber – El expreso de Belsen.
Frank Belknap Long – Los visitantes de otoño.
Clark Ashton Smith – Estirpe de la cripta.
August Derleth – El sello de Rlyeh.
Robert E. Howard – La piedra negra.
R.W. Chambers – El signo amarillo.
F. Marion Crawford - La litera de arriba.

A partir de 1970 destacaremos la novela de terror en detrimento del cuento.
Los autores contemporaneos más destacados y en su mayoría norteamericanos son:

Robert Aickman – Las espadas.
T.E.D. Klein – Los hijos del reino.
Ramsey Campbell – La camada.
Peter Straub – La esposa del General.
Dean Koontz – Terra phobia.
Richard Matheson – A través de las canales.
Clive Barker – Terror.
Stephen King – La niebla.