Los antepasados de los actuales tiburones poblaron los océanos hace 400 millones de años, esta datación nos demuestra que tienen una antigüedad muy anterior al de los dinosaurios. Actualmente se tiene constancia de la catalogación de 2000 especies gracias a los fósiles encontrados, de las cuales 1000 siguen existiendo en el presente.
El tiburón se diferencia de los otros peces por poseer un esqueleto cartilaginoso, un cuerpo recubierto de finos dentículos configurando una piel rasposa, varias hendiduras branquiales a cada lado de la cabeza, que pueden oscilar entre 5 o 7 dependiendo de la especie, un par de espiráculos, una válvula espiral y una boca ventral, es decir localizada en la parte inferior de la cabeza. Una o dos aletas dorsales a lo largo de la línea dorsal. La aleta dorsal le proporciona estabilidad y la segunda aleta dorsal se utiliza para evitar girar y ser más efectivo para moverse en el mar. Una línea lateral que va desde el cerebro y se difunde a ambos lados de su cuerpo formada por poros subcutáneos compuesto de células que constan de pequeños flagelos siendo muy sensibles a cualquier pequeña vibración que se produzca en el agua.
Este mecanismo sensorial percibe las vibraciones de baja frecuencia generadas por los animales heridos. Un par de aletas pectorales, una a cada lado, en la parte delantera de su cuerpo. Un par de aletas pélvicas, una a cada lado, en la parte trasera de su cuerpo, en los machos una de estas aletas se modifica para servir de broche fálico para fecundar a la hembra durante la copulación. Una aleta anal ubicada entre las aletas pélvicas y la cola que sirve de estabilizador. Una cola que en realidad es un grupo modificado de aletas, la aleta caudal corresponde a la parte superior de la cola, que es la que proporciona la propulsión, mientras que la parte inferior recibe el nombre de lóbulo inferior. Una ampolla de Lorenzini, que son órganos microscópicos que permiten detectar los cambios electro-magnéticos generados por otros animales marinos. Estos sensores microscópicos le permitirán detectar presas a un tiburón aun en ausencia de órganos como la vista, el oído y el olfato. Una mandíbula repleta de una gran variedad de formas dentales que son en definitivamente el arma de caza de todo tiburón. Se caracterizan por estar perfectamente serrados y afilados capaces de triturar la carne de otros mamíferos. Unos orificios nasales ubicados debajo del hocico que le permiten oler cualquier sustancia liquida como la sangre a una distancia de 500 metros. Esta facilidad para detectar sustancias se debe principalmente a que el tiburón utiliza dos tercios de su cerebro para esta actividad. Estos orificios no tienen nada que ver con la respiración del tiburón. La vista también es uno de los sentidos que les permiten a los tiburones cazar a sus presas ya que es 10 veces más sensible que la del hombre y le permite distinguir perfectamente los colores, ayudándole a localizar con bastante rapidez a sus presas como focas y aves marinas. En el caso del tiburón tigre sus ojos están protegidos por una membrana de los posibles golpes de su presa y en el caso del tiburón blanco sus ojos giran hacia adentro para protegerlos de los posibles golpes generados por su presa, esto confirma que el tiburón caza a su presa a ciegas en el momento del ataque sirviéndose del resto de los sentidos como son el oído, el olfato y principalmente por la ampolla de Lorenzini encargada de los cambios electro-magnéticos producidos por sus presas generadas en el movimiento de estas. Las células sensoriales que componen el cuerpo del tiburón le permite detectar con gran facilidad el campo magnético generado por las otras criaturas al navegar. El oído es otro de los sentidos que le permite al tiburón detectar a una posible presa a cientos de metros. Cualquier sonido que se produzca en el agua será detectado 4 veces más rápido que si se produjese en la superficie terrestre, ya que las ondas recorren esa distancia mucho más rápido. El oído de un tiburón puede detectar sonidos de baja frecuencia entre 25 y 100 herzios desde una distancia de 1 Km.
Los fósiles de los tiburones más antiguos que se tiene constancia de ellos tenían rasgos que los diferenciaban de los actuales. Su aspecto era más parecido al de una anguila gigante que al de un pez. Su boca era más bien redondeada en vez de alargada en forma de media luna y sus cerebros eran más pequeños y sus dientes eran blandos. Sus aletas eran menos flexibles y movibles, que contribuían a una menor agilidad. A pesar de estas diferencias que separan a los antiguos tiburones con los actuales ambos siguen compartiendo un esqueleto cartilaginoso con varias hendiduras branquiales y dientes reemplazables.
Los tiburones se clasifican en 8 órdenes acorde con sus rasgos físicos comunes que agrupan a especies emparentadas. Esta clasificación dependerá del número de branquias, del número y tipo de aletas, del tipo de reproducción y de la estructura interna del intestino. Las 8 órdenes son:
La orden heterodontiforme que tiene un solo género y 10 especies, destacando el tiburón toro. Se caracterizan por poseer espinas en ambas aletas dorsales y aleta anal. Su reproducción es ovípara y solo consta de una familia, la familia de los heterodóntidos.
La orden orectolobiforme consta de 34 especies donde destacan el tiburón ballena, el tiburón nodriza y el tiburón cebra. Se caracterizan por tener un hocico corto y boca pequeña, tener una reproducción ovípara como ovovivípara y ser tiburones de agua calida. La orden orectolobiforme tiene 7 familias de tiburones, la familia parascílido, la familia braquelúrido, la familia orectolóbido, la familia estegostomátido, la familia hemiscílido, la familia rincodóntido y la familia ginglimostomátido.
La orden lamniforme consta de 16 especies, destacando el tiburón blanco y el tiburón mako. Se caracterizan por su rápida aclimatación a todos los ecosistemas marinos. Tiene un hocico grande y boca grande. Su reproducción es ovovivípara, dándose casos de canibalismo entre las crías en el útero durante el proceso de gestación. La orden lamniforme tiene 7 familias de tiburones, la familia odontaspídido, la famila cetorrínido, la familia mitsukurínido, la familia pseudocarcárido, la familia megacásmido, la familia alópido y la familia lámnido.
La orden carcarriniforme consta de 270 especies, destacando el tiburón tigre y el tiburón martillo. Se caracterizan por estar perfectamente aclimatados a aguas calidas como templadas y a varias profundidades. Son tiburones con hocico largo y boca grande. Su reproducción puede ser tanto ovípara, vivípara y ovovivípara. La orden carcarriniforme consta de 8 familias de tiburones, la familia esciliorrínido, la familia proscílido, la familia pseudotriáquido, la familia leptocárido, la familia hemigaleido, la familia triácido, la familia esfírnido y la familia carcarrínido.
La orden hexanquiforme consta de 4 especies destacando el tiburón vaca. Se caracterizan por tener una sola aleta dorsal, poseer entre 6 o 7 hendiduras branquiales, son peces de aguas profundas y tiene una reproducción ovovivípara. La orden hexanquiforme tiene dos familias de tiburones la familia clamidoseláquido y la familia hexánquido.
La orden escualiforme está formada por 115 especies, destacando el tiburón gato. Se caracterizan por tener un cuerpo cilíndrico, no poseen aleta anal y su reproducción es ovovivipara. La orden escualiforme tiene 3 familias de tiburones, la familia equinorrínido, la familia escuálido y la familia oxinótido.
La orden escuatiniforme está formada por 18 especies destacando el tiburón ángel. Se caracterizan por estar adaptados a casi todo tipo de aguas, pero sin alejarse de las costas. Tienen forma de raya y no poseen aleta anal. Su reproducción es ovovivipara. La orden escuatiniforme consta de una sola familia, la familia escuatinido.
La orden pristioforiforme está formada por 8 especies destacando el tiburón sierra. Se caracterizan por tener un hocico en forma de sierra, no tener una aleta anal y reproducirse ovovivipara. La orden pristioforiforme consta de una sola familia, la familia pristioforido.
Los tiburones como la mayor parte de los animales se reproducen sexualmente. El apareamiento consta de una ceremonia que es diferente dependiendo de la especie y su posterior fecundación determinará el desarrollo de los embriones acorde con la especie. En el caso de los ovíparos los tiburones posan en las rocas los huevos, que están recubiertos por una fuerte cáscara dura ante el acecho de depredadores. Los huevos se incuban por días, dejando que las crías se defiendan por ellas mismas.
En el caso de los vivíparos los tiburones suministran el alimento a sus crías en el útero de la hembra por medio de la placenta durante su gestación y le permitirá existir en mejores condiciones a los imprevistos del mar cuando haya sido parida.
En el caso de los ovovivíparos los tiburones llevan a los embriones en su interior pariendo posteriormente a las crías, pero sin alimentación directa de las crías. Las crías de tiburón dependerán de los huevos del saco vitelino para su posterior desarrollo.
La mayoría de los tiburones se alimentan principalmente de cangrejos, langostas, calamares, bancos de peces, moluscos, plancton, tortugas y aves marinas. En el caso de los tiburones depredadores como es el caso del tiburón blanco, del tiburón toro, del tiburón tigre, del tiburón mako, y del tiburón gris, su alimentación consta de peces de gran envergadura incluyendo alguna de estas 5 especies mencionadas, focas, restos de ballenas y en numerosas ocasiones han atacado al hombre con consecuencias fatales, esto se debe a una capacidad innata de cazar de estas cinco especies, que cualquier silueta que observen en la superficie es considerada como un adversario en su afán de exploración de ahí que la mayoría de los ataques los hayan sufrido los surfistas al confundir el tiburón la silueta generada por la tabla de surf con otro escuálido. En el tiburón tigre se han llegado a encontrar una gran variedad de objetos creados por el hombre desde botellas hasta latas. El tiburón ballena a pesar de su enorme tamaño y un aspecto depredador voraz solo se alimenta exclusivamente de plancton.
La evolución que se ha producido durante estos millones de años le ha permitido al tiburón disponer de varios elementos físicos para tener una amplia alimentación. La disposición de su mandíbula le posibilita empujar hacia fuera su parte superior adquiriendo con ello una enorme flexibilidad y si a esto le añadimos una gran variedad de formas dentales conseguimos con ello que toda presa que caiga en esta mandíbula será fragmentada y rasgada y finalmente triturada, como es el caso de los tiburones depredadores el tiburón blanco, el tiburón toro, el tiburón tigre, el tiburón gris y el tiburón mako. A mayor tamaño de la mandíbula mayor flexibilidad de las estructuras branquiales siendo menor el tamaño de los dientes como es el caso de los tiburones peregrino y ballena, enormes succionadores de plancton. Los tiburones sierra y espada utilizan esta forma de sus hocicos para golpear a sus presas dejándolas desorientadas para posteriormente comérselas.
La gran variedad de tiburones existente les ha permitido prácticamente adaptarse a todos los ecosistemas marinos del mundo. En cada continente hallaremos algún tipo de tiburón bien sea en océanos abiertos, lagunas coralinas, pantanos, en los estuarios de los ríos y en mares. Su adaptabilidad es perfecta ya que se han encontrado ejemplares de tiburón tigre en las aguas cálidas de los mares del trópico como en aguas heladas de la costa de Noruega. Otro ejemplo de esta adaptabilidad es el tiburón blanco que puede perfectamente vivir en mares de agua dulce como en aguas gélidas del Norte.
Esta capacidad de adaptación se debe en gran medida a la búsqueda de alimento, ya que son capaces de recorrer miles de kilómetros en un año. El que se lleva el record es el tiburón azul capaces de recorrer 10.000 kilómetros desde la costa americana hasta las costas brasileñas, en busca de bancos de peces. En el caso del tiburón blanco para cazar principalmente focas y en el caso del tiburón ballena para devorar grandes cantidades de plancton de las corales.